Granada nos cautivó.

El curso tenia una estrategia más que un plan determinado, eso nos dejó fluir con el ritmo de la ciudad y con lo que esta nos ofrecia.
La primera sorpresa fue la iglesia de San Cecilio, patrón de Granada, por primera vez la encontré abierta, quizas dándonos la bienvenida, aprovechamos para sentir la energía, teniendo como guias las imágenes de los santos y cristos de las diferentes capillas. Los maestros imagineros sabian como transmitir su conocimiento, si sabes leer...
Haciendo un hermoso recorrido, siguiendo la vida de las fuentes, llegamos al Carmen de los Martires, nos dirigimos a la cuevita y pudimos sentir la fuerza de la tierra, como nos arropaba y refrescaba, durante los veinte minutos largos que duro la meditación nadie paso por allí, algo sorprendente teniendo en cuenta que habia un gran gentio al ser sábado y día de bodas.
Por la tarde siguió la mágia, Herme nos llevo a su almazara, si quereis sentir algo hermoso, creado con pasión y cariño, ese es el lugar.
No me lo ha dicho, pero creo que los mismos olivos en su centenaria sabiduria le susurraron como construirla.
Cuando llegamos a la bodega entramos en un mundo de ensueño, no sabia si estabamos en la cueva de las ninfas que Ulises relata, o el mundo de los seres inorgánicos de los que Castaneda habla. Un lago artificial tamiza la luz y da una temperatura estable, las tinas hacen el resto creando mil ecos en un ambiente fantastico. Probamos su aceite y os aseguro que hace honor al conjunto.
Este fué el primer día del curso de Feng Shui Urbano que dimos en Graná, casi ná!
Matenganse en sintonia, seguiremos informando.*****