sábado, septiembre 08, 2007

Algo pasó en la ciudad. Reflexiones.





Barcelona se colapsó, nos quedamos sin luz unos días, coincidiendo con el interés de compañías y políticos en instalar una nueva red de muy alta tensión.

¿Nos querrán convencer sutilmente?


Curiosamente no hubo colapso, los conductores y peatones se cedían el paso con amabilidad y respeto, a la vez que por toda la ciudad se extendía una sensación de silencio, de paz nada habitual, que nos llevaba a otros registros.

En las ciudades perdimos la noche hace años ya, los ojos no descansan en un cielo que cambió las estrellas por los neones.
Nos cambiaron el silencio y la libertad por comodidad.

Pero durante esos días de caos, tuvimos silencio y estrellas. No estuvimos cómodos, pero hicimos más cosas por nosotros mismos, que nos reconectaron con nuestro ser.
Nos cansamos al subir escaleras sin ascensores, descansamos los ojos al llegar la noche, la gente hablaba y se conocía sin televisión.
No renuncio a las ventajas de la civilización, pero podría ser de otra manera.

Hablando de otras maneras.

En las fiestas de Gracia, mi barrio, se arreglan las calles con diferentes motivos, en mi calle escogieron el tema de los micro-pisos como denuncia de un mal que se ceba con las casas de la villa.
Me sorprendió ver en el otro extremo de la calle un dolmen.

La pregunta es: ¿vamos o venimos?
Seguramente no importa y como dicen los aborigenes australianos: el tiempo es circular

Un abrazo.

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